viernes, 23 de marzo de 2012

La Madreña aviva el barrio de Pumarín

Miembros de La Madreña junto a representantes de los vecinos de Pumarín. P.gómez LVA. El 15-M se ha instalado en Pumarín y, para demostrar que han llegado al barrio en son de paz, no cejan en su empeño por que los vecinos y vecinas se acerquen a participar en las charlas y actividades que organizan como Centro Social Ocupado y Autogestionado de La Madreña. Pese a la buena acogida aún siguen percibiendo recelos de quienes pasan por la calle General Elorza y miran de reojo. Quieren que la gente se atreva a entrar, a darse una vuelta y, si les apetece, participar en los grupos de trabajo.
Ayer, el centro social organizó la presentación del que, aspiran, sea el evento que sirva para atraer aún más a la gente del barrio en el que funciona. ¡Ven a La Madreña! dice el folleto que trata de hacer ver que tienen voluntad constructiva, no destructiva.

Este domingo, organizan una jornada con los vecinos, en la que habrá conciertos, teatro con los títeres de Tragaluz, visitas guiadas a las instalaciones y una comida popular.
“Tras cuatro meses de funcionamiento queremos agradecer al barrio el apoyo que ha dado, porque era muy importante para que esto se pudiera quedar aquí”, manifestaron ayer desde el centro durante la presentación.
“Trataremos de que quien no haya venido se acerque y conseguir así éxitos como el de las jornadas de teatro familiar, cuando se juntaron más de cien personas”.
Aspiran a que sean los propios vecinos los que propongan y tomen la iniciativa de realizar actividades en las que los voluntarios echarían una mano de ser necesario.
Un balance El encuentro también sirvió para hacer balance de estos primeros meses de funcionamiento en los que han observado cada vez más actividad.
Yoga, Capoeira, defensa personal para mujeres, talleres de crianza de bebés, bailes, ludoteca, teatro, clases de asturiano... Así, el centro que tiene horario estable se ha convertido en una pequeña comunidad organizada para limpiar, mantener el jardín, o planificar el reparto de las cien salas de las que dispone el edificio. “Nos dimos cuenta, por ejemplo, de que el despacho del antiguo consejero era perfecto para el yoga porque tiene tarima de madera”, comentaban.
Por su parte, José Ramón Sariego, presidente de la Asociación de Vecinos de Pumarín, se mostró encantado de que el centro sea de la gente. “Es importante recuperar los espacios para la ciudadanía. Siempre reivindicamos un centro juvenil, uno polivalente y el 15-M nos lo ha dado en un lugar que era público y ahora vuelve a serlo”.
En noviembre los activistas decidieron recuperar el uso social de la antigua Consejería de Salud como denuncia de la especulación urbanística. “Hay que recordar que este edificio quedó sin uso y los terrenos fueron recalificados para construcción de viviendas. Con la crisis, la alternativa a nosotros para este edificio es un solar vacío”, recalcaron desde el “espacio amigo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario