lunes, 13 de febrero de 2012

Joaquín Arriola Palomares: «La solución a la crisis es una banca pública»

Joaquín Arriola Palomares es profesor de Economía de la Universidad del País Vasco y el pasado día 4 ofreció una conferencia en el centro social de La Madreña, en Oviedo, donde explicó la situación actual, el porqué de la crisis y las alternativas para salir de la misma. Arriola pertenece a ese grupo de académicos de la Universidad conocidos como críticos porque no comparten las medidas planteadas por los expertos a sueldo de fundaciones, empresas o partidos políticos.

¿Quiénes integran el movimiento crítico?
Economistas y sociólogos europeos de procedencia académica, de la Universidad, que entran en contradicción con el paradigma dominante en la enseñanza de la economía: el neoliberalismo.

¿Hay uniformidad en ese grupo?
No. Hay marxistas, keynesianos… Distintas posiciones como los aterrados franceses o los ecocríticos alemanes y españoles... En lo que coinciden es en que el diagnóstico de la crisis está equivocado y en que la receta necesaria es otra. Hay dos opciones. Una considera que la crisis es consecuencia del largo periodo de contracción salarial de los últimos 15 años. En ese periodo, los salarios en Europa no han crecido, por lo que la participación de esos sueldos en el valor añadido disminuye y eso genera un problema de demanda y, vinculado a este, no hay inversión ni crecimiento. La receta es reforzar la demanda, la pública por un lado y la de los propios trabajadores por otro, porque son el fundamento del consumo privado. Es lo que han hecho en Estados Unidos.

¿Y la otra alternativa?
La otra entiende la crisis como algo de mucho más largo calado. El neoliberalismo fue un intento de respuesta al estancamiento de los 70, consecuencia de la crisis del petróleo. Esa opción ve la crisis actual como un agravamiento de aquella situación y la califica como un agotamiento del capitalismo y la economía de mercado. Parten de que estamos en la tercera revolución industrial, la del conocimiento y las comunicaciones. En ese mercado global, la propiedad privada es una contradicción, por lo que se requeriría un cambio, donde el elemento clave es la defensa de los bienes comunes y la democratización de la economía. En este sentido, superar la condición de crisis estructural requiere un sistema financiero público. El dinero es de todos y no puede estar gestionado de forma privada porque eso genera especulación, el aumento de los precios de los activos financieros por encima de su valor real. Es un planteamiento más interventor.

¿Con qué objetivo?
La orientación general de la economía, el mercado y las reglas tienen que estar subordinadas a objetivos planteados en el ámbito colectivo de bienestar social y satisfacción de necesidades.

Eso es estatalizar los bancos.
Los bancos se han demostrado ineficaces en manos privadas. Una ineficacia muy superior a la que han demostrado los gestores de las Comunidades Autónomas o los Gobiernos centrales, en España particularmente. Hay que buscar otra alternativa y la única solución pasa por una banca pública que domine el sistema financiero, no que lo acompañe.

Esto no tiene nada que ver con lo que se está haciendo en España.
No, de hecho la recién aprobada reforma financiera lo que promueve son bancos de más tamaño que refuercen más aún la influencia que tienen sobre el sector público. Lo que se está haciendo aquí es poner en marcha ajustes neoliberales, que es lo que proponen conservadores y socialdemócratas en Europa y una parte del partido republicano, la más extremada a la derecha, en Estados Unidos.

¿Quiere decir que la izquierda y la derecha europeas coinciden?
Quiero decir que ya no hay ni izquierda ni derecha, hay una sola ideología política que es la del poder. No es el crepúsculo de las ideologías, sino que hay una más fuerte que representa los intereses de los más poderosos y se ha impuesto en el debate político, dejando poco espacio para las otras opciones. La ideología del poder ha arrinconado a las demás Si los expertos afirman que se están haciendo mal las cosas, ¿por qué el Gobierno no les hace caso? Porque mandan los neoliberales. Grupos como FEDEA con su manifiesto de los 100 tienen mucha influencia, pero nadie se para a pensar quiénes son. Si se mira, FEDEA está integrada por el Banco de Santander, Gas Natural, Argentaria, el BBVA… Lo que transmite ese grupo es lo que interesa.

¿Trabajan los políticos para las empresas y los bancos?
No, pero están bajo su control. El mundo económico que tiene más influencia sobre el sector político está formado por la segunda línea de gobierno. Esos sí trabajan para los sectores financiero o empresarial, sólo hay que mirar quiénes son, dónde se desarrollaron profesionalmente y a dónde volverán tras su etapa política. Esto genera un condicionamiento muy fuerte en la capacidad de actuación de los políticos. Es un problema viejo que en España ocurre desde la época de Primo de Rivera.

1 comentario:

  1. Muy buena la charla de Arriola. Sólo desde el marxismo se están realizando análisis serios y radicales de la crisis actual.

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