El centro social La Madreña, también para los niños

El Comercio Algunos vecinos de Pumarín miraban con recelo el nuevo centro social del barrio. No era una iniciativa municipal, sino un movimiento de ocupación promovido por los integrantes del 15-M. No estaban acostumbrados a algo así en la ciudad. Ha pasado un mes y ahora no solo acuden poco a poco a La Madreña, sino que colaboran con los promotores. La Asociación de Vecinos de Pumarín ya es parte del proyecto, que se rige por asambleas propias. Un ejemplo: la semana de teatro infantil que comienza hoy.

El colectivo vecinal ha participado en el proyecto «para abrir el centro social autogestionado al público infantil. Porque no queremos que esto sea ningún gueto, que no sea solo para adultos», explicó ayer Diego Díaz, uno de los organizadores.

La inauguración de la semana infantil correrá a cargo del escritor y director de cine Tom Fernández, que acudirá al edificio de la calle General Elorza, antigua sede de la consejería de Salud, para leer algunos fragmentos del libro de cuentos infantiles que acaba de publicar, 'El caso del niño que no quería ser niño'. Será a las 17.00. Una hora más tarde, La Vereda Títeres interpretará la obra 'Catalina y los bosques de hormigón. ¡Qué ruina de función!'.

Mañana y el viernes las sesiones teatrales serán representadas por Kamante Teatro, Pim Pam Títeres y El Gran Amnesio. Una chocolatada cerrará la semana. Aunque el centro seguirá abierto a los niños. Estamos en Navidad y con las vacaciones escolares muchos padres tienen que apañárselas para atender a los hijos y asistir a sus trabajos. Por eso, La Madreña ha organizado una ludoteca gratuita, que funcionará también por las mañanas. «Así los padres tendrán un lugar donde dejar a los críos», afirmó Díaz.

La cuestión es hasta cuándo. La empresa Sedes es la propietaria del edificio y planea construir viviendas en el solar, reclamado por los vecinos para usos sociales. Ya ha pedido licencia para el derribo, aunque nadie ha pasado de momento por La Madreña. «Dependerá de los apoyos sociales. En otras ciudades centros como este se han mantenido décadas. Nosotros seguiremos trabajando para dinamizar el espacio recuperado, un espacio de todos arrebatado por la especulación urbanística», concluyó Díaz.