Nuevamente no estamos ante una fábrica que cierre por pérdidas. Siempre fue una de las plantas de la multinacional que menos inversión recibió, pero la plantilla se las arregló para introducir mejoras en las máquinas que les permitiera seguir produciendo más amortiguadores en menos tiempo. Los accionistas de Tenneco-Monroe parecen estar centrados en desmantelar las fábricas de europa occidental para trasladar su producción a Polonia y Rusia, donde pagarían salarios más bajos y menos impuestos. Al día siguiente del anuncio del cierre de la planta de Gijón las acciones de la multinacional subieron notablemente en la bolsa.
En un mundo donde todo parece resumirse en “la bolsa o la vida”, donde los intereses individuales e inmediatos priman sobre cualquier otro, las y los trabajadores de Tenneco han decidido apostar por “la vida”. Han decidido que su vida y su futuro no se vende. En un momento en el que conseguir un puesto de trabajo en Asturias parece más difícil que encontrar un unicornio la Asamblea de trabajadores/as decidió que no cambian “pan pa hoy, por fame pa mañana”, que sus puestos de trabajo no se cambian por dinero, que la única lucha posible es la lucha por mantener la planta abierta, por mantener los puestos de trabajo actuales para que mañana sigan teniento un lugar donde trabajar en el desierto laboral en el que se está convirtiendo Asturias. No se discuten indemnizaciones por despido, no se habla de cuántos meses les van a pagar por año trabajado, sólo se habla de que “Monroe no se cierra”.
La plantilla de la fábrica decidió que todas las decisiones se toman en la Asamblea, sólo ella es soberana para decidir sobre el futuro de tod@s, el comité de empresa y los delegados sindicales son meros portavoces de sus compañeras/os. Sólo los elegidos por sus compañeros en las elecciones sindicales pueden negociar por ellos con la dirección de la empresa, las centrales sindicales no pueden por sí mismas negociar nada en nombre de la plantilla, marcando una notable diferencia con la mayoría de los conflictos laborales que venimos viviendo en los últimos años. No aparecen siglas de sindicatos en pancartas, pegatinas, camisetas, ni concentraciones, todos los sindicatos de la fábrica (UGT, CC.OO, USO y CSI) acordaron permanecer en un segundo plano, lo importante es el conjunto de los/as trabajdores/as.
A pesar del anuncio de cierre, la planta continuó trabajando con normalidad hasta que el pasado 23 de diciembre la empresa ingresó en las cuentas de todos los trabajadores el “finiquito” y les informó de que en enero no quería ver a ningún trabajador dentro de la fábrica, el 31 de enero recibieron tod@s su carta de despido. Ante esta actitud la asamblea decidió montar turnos para vigilar el material de la fábrica que durante años han ido construyendo y mejorando.
La asamblea sigue firme en su decisión: MONROE NUN PIESLLA, quieren puestos de trabajo y no migajas para el futuro.
Ánimo compañeras, que no flaqueén vuestras fuerzas, contáis con todo nuestro apoyo y nuestra solidaridad.
Seguimos en la lucha.
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